pero este que te regalo
ha nacido para tu
persona.
Te miras al espejo ;
y al verte el cuerpo
reflejado, tu pupila
es una laguna de
hermosura, meciéndose
los juncos enamorados.
Yo, al verte, abstraído
de todo lo material
lo único que siento,
es tu mundo.
Es capricho mio , regalarte
los propios que la luna anhela
al mirarme.
¡ Ven ! Que quiero sentir
la comisura de tus
labios
en mi pecho lleno
de luz.
Que justo símbolo
es el corazón,
al encontrar su
lecho.
Autor: Francisco Pinilla Sánchez
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