sábado, 25 de enero de 2014

LA NOCHE DE LÉGANES

Es la noche que se aparta,
porque la bruma esconde
el secreto de dos amantes.
Los trenes de la estación
se cruzan como las miradas
nuestras.
Las farolas del estacionamiento
desvían su luz, para que intimemos,
con nuestras sinceridades. Que caían
en cascada rompiendo nuestros oídos
con música de Serrat, envuelta con el
humo de un pitillo americano.
Son los labios tuyos y míos, dos espíritus
que se encuentran como el agua de lluvia
al río necesitado, llevando, el maná de
amor, que corre indómito por nuestras
venas.
Calles oscuras, con ventanas y balconadas, siendo éstas, apócrifas de una
balada de sentimientos nuestros,
-haciendo que el silencio en su soledad
se sintiera actor de la noche-.
Es Madrid que al fondo con su galaxia
de luces, fuese engullida por la noche de
Léganes, en la que nuestras manos, navegaban en la piel con la táctil caricia,
y diálogos que se fusionan, para luego
brotar como la lava de dos volcanes que estaban apagados,
haciendo que el magma
de nuestro corazón,
iluminara
                  -la noche de Léganes-mi amor.

Poeta : Francisco Pinilla Sánchez