domingo, 9 de noviembre de 2014

LA FUGA DEL PRELADO Y SOR MARÍA POR AMOR

Y es una lástima que muchas que se quieren
apartar del mundo y van a un monasterio
pensando que van a servir al Señor y apartarse
de los peligros del mundo, se encuentran con
diez mundos juntos, que ni saben cómo defenderse ni que hacer. Pues el ser mozas y la
sensualidad y el demonio las convida e inclina
a seguir algunas cosas que son del mismo mundo, y ven que en el monasterio lo tienen por
bueno, por así decir...
( las Misericordias de Dios) Su vida, contada por
ella misma. - Teresa de Jesús 1515-1582.

Poema de amor:
LA FUGA DEL PRELADO Y SOR MARÍA POR AMOR.

ÉL- Amada mía, me envuelves con tu aliento creando una bruma que me protege
de gulas lurdas en esta historia secreta de dos.
ELLA- Amado mío, la ira de prelados viaja
envuelta de venenos escondidos, porque el
áureo día es feliz viéndonos entregados
en amor.
Y ellos están envidiosos de no haber tenido
la misma suerte que nosotros, en nuestro destino.
ÉL- Ellos tienen que ir a su lupanar secreto, donde lloran sus frustraciones
a la noble lumia. Nuestro sentimiento
estaba como el jamelgo olvidado, ahora
nuestro espíritu es férvido y astro de nuestro azar.
ELLA- Alta figura quieren tener, pues darle valor a lo material enmascarándose
en lo espiritual, es vivir muerto. Pues
nosotros lo espiritual amado mío, es fulgor.
Y gozoso va el ángel de ver fijado el día
por la rutina.
ÉL- Ven amada mía, abrázame, bésame,
que este hábito no es frontera para lo que
sentimientos.
ELLA- Amor mío, el brío nos hace ir al
horizonte, donde nos espera nuestra morada. Y libre seremos del clero ciego.
ÉL- Pues galopemos, que siendo siervos
de nuestro Señor, no hemos de temer, ya
que nuestro signo es amarnos en esta vida
y la que va a la otra por el camino azul. Donde compartiremos con el Santo Padre ázimo.

ELLA- Marchemos vida mía, donde nada
más veamos campos de azafrán y tardes de rojo anaranjado. Que nuestros días ya
están marcados por el escribano azacán.

Poeta: Francisco Pinilla Sánchez

Retrato de mujer semidesnuda
por Julio Romero de Torres 1874-1930