LUNA QUE NAVEGA EN EL MAR
DE TU TRÉMULA CARNE
Hoy mis versos son
creados
por las venas del
universo.
Estrellas que son flores
de un jardín infinito,
y tu boca,
una galaxia que mi
mentol engulle tu
verdad.
Tu lengua es el
pincel que pinta
el lienzo de mi
cuerpo, cuanto
color tengo ahora
en él, donde la
sombra no tiene
lugar.
La victoria de
Samotracia alada
tiene rostro contigo,
enigma para otros
y para mi, no eres
secreto, sino luz que
fecunda mi pensamiento.
La primera vez que te vi,
hiciste de mi un astro
que bebe de tu luz,
y luna que navega en
el mar de tu trémula
carne.
Francisco Pinilla Sánchez