Hija mía: de todas las fuentes
que he bebido en esta vida,
ninguna me apaga la sed
como la tuya
Mil caminos ande,
y otros he de conocer,
para traer de ellos, aventuras
que contarte, que son el maná.
El día se casa con la Historia,
la noche es amante del cuento,
y mi pensamiento, tu ángel.
Tu sonrisa une los tiempos rotos,
tu mirada, mi ayer y hoy.
Y tu persona, la senda que me guía.
Poeta: Francisco Pinilla Sánchez