sindicalistas, empresarios, consejeros y políticos
les arden sus bolsillos por sus silencios y atracos.
Tienen el síndrome de la infanta "no sabían nada los jetas".
Pero si saben rayar la tarjeta los muy puercos,
hasta ponerla roja de las fricciones. Cuando les preguntan
por su actitud sonríen chirriando los dientes y putan
por sus adentros. Y los sinvergüenzas políticos,
consienten tener rucios que no se inmutan ,
por que saben que son amos de voluntades
compradas para lavarles sus miseras verdades.
Santones actores de cajas y bancos, no se cortan
de tener tarjetas de jetas. [ Y las autoridades
ajustician a una madre por dar de comer
a sus hijos con tarjeta ajena.] Tienen que lamer
los zapatos de sus amos con maldades.
Amantes de cartera, hoteles de lujo, viajes, joyas, sin temer
al gasto, -santa tarjeta opaca lo abala-.
Zánganos ecúmene perpetuos babosean por doquier.
Dominar los cambalaches dondiegos de ala
de noche y ecónomos de cargos bala
gastáis con pólvora de rey , -enmohecer
España es lo que hacéis-. Es mala
cueva que habitáis y antes del anochecer
se os tapará. Queréis enmendar lo robado,
pues la mierda que rezumáis os ha ahogado
¡ Ay.... Spotorno y compañía ! Ante España tendréis que comparecer.
Poeta: Francisco Pinilla Sánchez