TRAICIÓN
Caí herido en la tierra de mis sueños,
por un ángel de palabras negras.
Miré y te vi huir a un mar muerto,
donde ahora reptar, es tu recompensa.
Repúblicas de rosas, me anudáis con espinos,
y vuestros pétalos son brasas, para acallar mi
boca.
Mi último aliento se va con una amapola
y mi cuerpo con el parterre de la poesía.
Nace nuevo día, y muere con indiferencia, pues
aquellos malogrados, son ánimas de tu
conciencia.