lunes, 1 de julio de 2013

ERES LA VIRTUD
CAIDA DEL CIELO.

Es mi aliento y palabra,
que salen de mi boca
entrelazados de la mano.
Y van camino de su morada,
que son -tus oídos-.
Y el aire, testigo de ello,
se desploma en un desmayo
dulce.
Porque ve, como en
una mirada mía,
y un gesto tuyo, hago
poesía para ti mi amor.
Eres la yerba mate,
la dulzura que otros buscan
como el Santo grial y no
encuentran.
Y eres la virtud caída
del cielo, porque llevas
dentro de ti, el dualismo
del universo, vida mía.

QUISE SER LO QUE FUI

QUISE SER, LO QUE FUI

Mi niñez,
como la de otros chicos
de mi barrio fue espartana.
Donde el razonamiento
y el llanto, eran penados.
Hediondas colmenas nacionales
rezuman de sus panales
palabras ensangrentadas,
y el zángano chivato,
extasiado estaba.
¡ Hereje, hereje, fui para todos ellos!
El barro, sucio verdadero y sencillo,
es cómplice de mi infancia.
Se domaba a mi imaginación,
divertido eras amigo barro
aunque me manchases.
Ahora mi huella no te importa.
Idolatrados toreros, boxeadores,
futbolistas y santos rancios, eran
héroes que cabalgan en un símbolo
devorador.-Mis ídolos con malvas
estaban abrazados-.
Nunca entendí porqué me vestían
de hombre con empaque de una gloria
impuesta. Yo simplemente quise ser,
lo que fui, (un niño.)