Es tu trémulo
cuerpo,
una ola que al
morir
en mi playa,
vuelve a mi océano
sin vida,
para renacer otra vez,
con la espumosa
nata
de nuestros mentones.
En el jadeo de nuestro
gozo,
se crea un arrecife de
colores,
donde una colmena de
orgasmos
son ; un banco de peces
voladores.
Mar y vuelo son nuestro
encuentro.
Todo acaba con la
proclama
de un nuevo amanecer.
Y los rayos de luz son,
centinelas
del imperio de nuestros
sentidos.
Poeta: Francisco Pinilla Sánchez
