viernes, 14 de febrero de 2014

NUNCA ME CANSARÉ DE VERTE, ASTURIAS MÍA


Es el manto de la Virgen de Covadonga la niebla que
rodea a la montaña, para que así veamos que estamos
en tierras santas de D. Pelayo.

Son los cantos celestiales de sus monjes que bajan de ella
a los valles como ríos , que son lágrimas de su patrona
que al llegar a la mar, ésta las devuelve con la marea por
la ría llevando propios para su gente.

Es la noche tu negro azabache , y la claridad del día el
alma de Jovellanos.

Y eres tú, Asturias, con tus verdes prados y bosques,
la patria querida de la que nunca me cansaré de verte,
                           Asturias mía.

Poeta: Francisco Pinilla Sánchez