viernes, 27 de diciembre de 2013
LA NOCHE EN QUE VENUS ESTALLÓ
Género : poesía erótica
Las hojas caen al suelo como ángel abatido
a mi paso por el jardín de Venus.
Unos pasos más adelante hay un laberinto con su destino
final, que nada más conocen los amantes, me introduzco
en él, mis pisadas hace crujir la alfombra de hojarasca.
Avanzo hacia mi encuentro y la mujer espera mi llegada
anhelada, el corazón de ella palpita cuando va notando
mi presencia, llego al lugar y te levantas de tu aposento.
Tus cabellos rubios mecen como un campo de trigo en
su madurez con la brisa, la luz opaca de la noche envuelve
tu persona haciendo de ti un enigma bello.
Nuestras miradas se fijan y nos abalanzamos uno sobre
el otro, imprimiendo nuestros labios sedientos de pasión.
Con las manos entrelazadas, nos disponemos a tomar
un banco junto a la fuente, donde mora Venus que está
en medio del estanque con su corte de nenúfares, la cual
es testigo involuntaria de nuestro idilio.
Ya sentado y contemplando a mi amante frente a mi de píe,
deja caer su gabardina al vacío con sus perniles brazos,
dejando su cuerpo desnudo a la luz de la luna con un
picardias de color rojo y medias a juego.
A continuación postró sus ancas encima de mi cintura,
y empezamos el ritual de Eros al cual los amantes somos
devotos.
Es tal la pasión de amor tórrido que la nocturna luna brilló
como el astro rey. Los jadeos eran incesantes en aquel
laberinto de perfumes apasionados, nuestros cuerpos llegan
a su clímax, y la estatua de Venus estalló en mil pedazos
celosa de nuestro amor, la fuente de nenúfares se meció
en un fuerte oleaje rebosando el agua del estanque.
- Jamás olvidaré la noche en que Venus estalló -.
Poeta: Francisco Pinilla Sánchez
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