En el envés de una flor de azahar
escribí tu nombre,
y la magnolia lloró al ver
mi carne
de poesía galopar en tus
venas.
Es adoctrinamiento de amor
tu aliento,
y los zoilos malignos murmuran
nuestro advenir de amor, socavando
el limo sereno que posa en el afluente
de nuestros corazones
para enturbiarlos.
Y tú,
al ver el río oscuro,
entras en su agua oscura
desnuda,
dando luz al ciego pez
en su intimo latido de corazón.
Los juncos con su luna llena,
erizan sus púas como pechos
enloquecidos,
para que poses en ellos,
tu céfiro uso mojado, así,
podrán sentir algo de ti.
Ven manantial mio,
y apaga mi sed con el agua
que brota de tu piel,
pues nada mas quiero : [ese poder de tu persona].
Poeta : Francisco Pinilla Sánchez.
Autora del dibujo: Paula Pinilla Baile
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