Madrugada con el cielo de Gólgota
en Viznar.

fueron unas lentejuelas de dos
toreros.
No cantan los grillos por luto en
su piel ,
y el silencio al oír los motores con
aquella luz que violaba , la noche
gritó de horror.
Llegó el canto fascista con sus
lenguas de fuego y el poeta
yace al pie de los olivos con
sus camaradas.
gazpacho amargo es el lugar,
pero la dulzura de tus versos
Federico García Lorca nunca
han podido asesinar
¡¡¡ CUANTO TE QUEREMOS FEDERICO !!!
Poeta Francisco Pinilla Sánchez
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