lunes, 9 de septiembre de 2013
<< El deseo...>>
En un sedimento profundo,
donde la frontera esta hecha
de un limo sereno,
se encuentra el deseo moviéndose
como un felino, que
acecha a su presa con garras
que salen al fulgor de un
cuerpo que deseamos
colonizar con nuestros sentimientos.
Llevamos una selva,
y en ella mueren deseos
al nacer otros, con la carne
en nuestra boca y labios.
El deseo es un caballo
desbocado, que galopa por
nuestras venas indómito y
brutal. Que se aplaca pactando
en su Edén .
<<Deseo, deseo, fiera que vives
en mi, y que me haces ser esclavo
de tu deseo.>>
Poeta : Francisco Pinilla Sánchez
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