pero con boquetes de olor a vaquería ,
y almacenes de grano , y madera mojada ,
y a guarnicería , y a chicoria , y a esparto.
Hay chirridos que muerden , hay ruidos inhumanos.
( Blas de Otero 1916-1976 )
*Aca, sentado en un banco humilde
de la Quinta del Pardo ,
observo la gran urbe de Madrid al fondo
en toda su latitud. Ante mis pies,
una selva de encinas que destierra
la contaminación y ruidos de una ciudad
tomada por los hombres cupríferos. Éstos
son zombies del dinero, comen dinero
al desayunar, al almorzar, y al cenar.
Que triste es ver a la gente andar como
marionetas, abducidos por un teléfono
celular , que triste es ver a ciudadanos como se
manifiestan por un programa de salsa rosa , y no ,
por sus derechos sociales, que triste es ver
los fines de semana a una gran parte de la
juventud alcoholizada para divertirse,
que triste es ver hacer de palmeros
en las urnas a los obreros, dando poder
a los corruptos.
En este banco donde estoy sentado ,
me platicaba un abuelo sus recuerdos
de las tertulias literarias en el café, hace
dos semanas que no lo veo, y hoy me enteré ,
que ahora reposa en campo santo .
Yo sentado en este banco ; no necesito
palacios, ni un gran despacho suntuoso ,
ni un coche de lujo , lo único que necesito
tener a mi lado son estos olivos centenarios,
que emanan Historia, oír la sonrisa de un niño,
ver a la mariposa entregarse a las flores,
escuchar los cantos de los pajarillos
y el reposo de un amor en mi hombro.
¡Sí ! Todas estas cosas tan sencillas
de la vida son las que me llenan.
Y que triste será, el no ver leer libros
a la siguiente generación. Acá, sentado
en este banco, cuantas cosas veo y de otras,
que no quiero ver.
Autor : Francisco Pinilla Sánchez
