Al disidente español, pronto lo reconocerás.
No va en coches oficiales, ni lo veras en restaurantes
de lujo, lo veras a golpe de vista en puentes,
calles y plazas. No va andrajoso es uno más al ras
del suelo andando. Su aspecto de madurez
le delata, pasa de los treinta y cinco años
está en la flor de su vida, pero los tacaños
e insolidarios del mercado laboral en su idiotez
caníbal engendrando paro, quieren tener años
de beneficios usureros para enriquecer las puertas
giratorias ¡ bien cebadas tienen sus tripas
los cerdos al servicio de cambalaches y apaños !
El disidente español no tiene derecho
al trabajo, a la vivienda, a la justicia, a la sanidad

ni a la enseñanza pública. La única finalidad
de la casta depredadora es callar el hecho
de las injusticias con mordazas, no tener capacidad
de respuesta es lo que quiere el rico injusto
y así, tener mano de obra barata para tener él un puesto
vitalicio parásito ¡ que asquerosidad !
¡ Sí ! Hay disidencia en España, no hay democracia, y ésto,
lo digo claro. [ Lo que hay es un estado de desigualdades. ]
no se trata de ideologías, se trata de enfermedades
diseñadas para extinguir el estado de bienestar ¿ molesto ?
Puesss... ya sabes so cerdo, te queda
poca vida en tu parasitaria zahúrda,
las urnas se divisan con cada
día que pasa. ¡ Chilla cerdo, chilla ! Que la espada
de la justicia te dará la estocada.
Poeta Francisco Pinilla Sánchez
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